Tratamiento del acné
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Hábitos higiénicos
Sea cual sea la causa del acné o el tipo de piel afectada, la primera norma a tener en cuenta es la de la higiene. Unas buenas medidas de higiene pueden favorecer la disminución del acné.
- Evitar la manipulación de la piel para intentar extraer el barrillo. Cualquier presión que hagas a su alrededor provoca la rotura del folículo sebáceo, que está lleno de microorganismos, y disemina la infección por la zona. Y esta infección provoca pústulas que normalmente dejan cicatrices permanentes.
- Limpiar dos veces al día la piel de la cara y la espalda o la zona afectada. Lo más indicado es el agua y el jabón (preferiblemente "syndet" o pan dermatológico antiseborreico) y secarse completamente después de haber aclarado la zona.
- Reducir la ingestión de determinados alimentos, especialmente los que tienden a provocar reacciones cutáneas en personas jóvenes. Entre estos alimentos están las fresas y el chocolate, pero no está demostrado que los hábitos alimentarios sean responsables directos de las lesiones acneicas.
- Prescindir sistemáticamente de los productos cosméticos que no hayan sido formulados con la indicación específica "indicado para pieles acneicas o seborreicas". Y es que determinados componentes grasos son capaces de favorecer la aparición de barrillo.
- Reducir, por norma, el uso de cosméticos "normales".