Tratamiento del acné
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Tratamientos y productos
Los productos que se aplican para estas curas tienen que desarrollar como mínimo estas tres funciones:
1. Función desescamante: parecida a la que tienen un "peeling" moderado (función llamada también "queratolítica" moderada), gracias a la cual el conducto por donde tendría que circular la grasa elaborada por la glándula queda libre de obstrucción y tiene salida. Esta actividad produce una ligera irritación en la piel. Los componentes más eficaces, al margen del tratamiento que pueda recetar el dermatólogo, son los siguientes:
- azufre y/o ácido salicílico
- ácido azelaico, a concentraciones moderadas
- peróxido de benzoil, a concentraciones moderadas
- ácido glicólico, a concentraciones moderadas
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microgránulos exfoliantes incorporados a productos limpiadores
2. Función antiseborreica: también llamada sebo-reguladora o sebostática, con la que se busca reducir la secreción sebácea excesiva que caracteriza a las pieles juveniles acneicas. Existen diversos componentes moderadamente eficaces, entre los cuales podemos citar:
- azufre (actualmente menos utilizado que antes)
- ácido azelaico
- sulfato o acetato de zinc
- extracto de Arctium majus o de Nasturtium officinalis
- peróxido de benzoil a dosis moderadas
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micropartículas porosas capaces de absorber la grasa más fluida, con lo que se reduce el brillo de la piel
3. Función antimicrobiana: destinada a reducir los diversos microorganismos que proliferan y llenan el folículo acneico. Se usan sobre todo los siguientes componentes:
- peróxido de benzoil a dosis moderadas
- triclosan
- ácido azelaico, a concentración moderada
- lactato de etilo
- exposición moderada, y sólo ocasional, al sol, porque las radiaciones son antimicrobianas. Pero ATENCIÓN: una exposición prolongada durante horas o repetida en días sucesivos tiene el peligro de que la superficie de la piel engorde por el hecho de acumular queratinas, y que éstas bloqueen los folículos sebáceos y agraven el proceso del acné.