Higiene de los oídos
Si te metes el dedo en el oído, a lo mejor encuentras una masa amarillenta o marronácea que se llama cera. Son secreciones de las glándulas sebáceas y ceruminosas de la piel, con pelos o suciedad añadidos.
Esta cera actúa de protector y lubrifica la piel y evita infecciones. De alguna manera, se puede decir que los oídos tienen su sistema de limpieza y desinfección.
Hay que mantener el oído seco y limpio, pero de ningún modo deberás meter bastoncillos u otros utensilios para limpiar más adentro del oído externo.